jueves, 28 de febrero de 2008

Sòlo tengo ganas de dormir, de no pensar, de no extrañar, dejar de ser, sòlo por hoy, yo.
Si el pasado regresara... no va a regresar.

domingo, 24 de febrero de 2008

Los valientes no lloran.

La violencia, la violencia que puebla el mundo, en los lugares más remotos, nada esta fuera de su alcance nada y nadie queda exento del terrible mal. La violencia irrumpe en el seno del sueño, en la hora más tranquila, azota con vehemencia, rompe la vida. Abruptamente se introduce, te fuerza a gritar, pero como si se tratase de un juego, la regla es no hacerlo, no mirar, no sentir, por que no es, sino en el amanecer, al despertar del choque, que todo deja de tener una lógica, es el momento en que todo parece haber sucumbido ante ella, ante la violencia que hiere, pues nada, absolutamente nada, tiene rostro familiar, ni el lecho seguro, ni la mano del mundo.

Y la valentía, ¿dónde queda?, no existe, cuando eres objeto de la violencia tu como persona no existes, el miedo recorre el cuerpo y las ideas vuelan a un ritmo frenético, nada puedes hacer, con las manos sujetas, con un dolor que es intemporal, el límite, tu límite, y callas, callas, hasta que sientes la impotencia, hasta que te saltan lagrimas, hasta que la furia te reconoce, la violencia que nace, no en el agresor, sino en ti, en lo más profundo de tu ser.

Un viejo amigo escribía- hay demasiada violencia en la calles, hay demasiada violencia en mi vida-

La confianza hacia el mundo, cada vez es menor. Pero los valientes no lloramos, buscamos remedios.

lunes, 18 de febrero de 2008

Opaco



A disgusto de los hombres, un sentimiento tragico. La terrible conciencia de saberme y escaparme de mi.