jueves, 15 de noviembre de 2012

La llegada a la escritura.



(La postal va dirigida a Isabel Nuñez, su blog es: http://isabelnunez-zbelnu.blogspot.mx/

Si escribes mujer, lo sabes tanto como yo: escribes para dar cuerpo a tus Libros de Futuro porque el Amor te dicta tus nuevas génesis. No para llenar el abismo, sino para amarte hasta el fondo de tus abismos… Léeme–lámeme, escríbeme el amor. Ella no se pone en abismo para saturar la abertura temida; ella celebra sus abismos, los quiere abiertos, desea su sin-fondo, su promesa: nunca nos colmarás, nunca te faltará el buen vértigo; para tu hambre nuestros sexos sin fin, nuestras diferencias. 
Eso escribía la propia  Hélène Cixous:
Escribir: para no dejarle el lugar al muerto para hacer retroceder al olvido, para no dejarse sorprender jamás por el abismo.
En otra parte ella dirá:
Locas: las que son obligadas a re-hacer acto de nacimiento todos los días. Pienso: nada me está dado. No he nacido de una vez para siempre. Escribir, soñar, parirse, ser yo misma mi hija de cada día. Afirmación de una fuerza interior capaz de mirar la vida sin morirse de miedo, y sobre todo de mirarse uno mismo, como si fueras a la vez de otro,­ –indispensable para el amor –y nada más ni menos que yo.
La llegada a la escritura, así se titula un pequeñísimo libro editado por Amorrortu. Un fuego que ha horado sus propias páginas hasta convertirlas en pequeños pedazos de ceniza encendida; de fuego olvidado pero vivo.

Yo sólo tenía la «mala» razón, no era una razón, era una pasión, algo inconfesable, –e inquietante, un rasgo de la violencia que me afligía. Yo no «quería» escribir. ¿Cómo habría podido «quererlo»? […]
[…]Pero había locura. Escritura en el aire a mi alrededor. Siempre próxima, embriagadora, invisible, inaccesible. ¡Escribir me atraviesa![…]

Cioran dijo infinidad de veces que un libro debería ser una bofetada y además, que un lector, debe considerarse tal hasta no haber releído los textos.
…pues eso hago yo… releer a Hélène nueva mente, volver sobre mis lecturas, para descubrirlas distintas, encendidas y palpitantes. Seres de vida misteriosa, cuya existencia se enciende, como el sexo femenino, al contacto de los ojos que virtuosos invasores acarician de nuevo el profundo significante del texto.
Entre las letras, las palabras, los párrafos y las paginas de esté texto voy como antes sorprendiéndome, ya no sólo con las ideas expresadas, con la conversación dice Proust de una mujer honesta, por que eso es la lectura; … la conversación que uno tiene con los hombre y las mujeres más honestos del pasado… (parafraseando a Proust) sino con mis propias anotaciones.

Bendita escritura que deja la huella legible de los pensamientos…

Eso es este, como dije antes, pequeñísimo texto; un poema de prosa libre y sobre todo de libre escritura, una suerte de viaje al pensamiento de tan fabulosa escritora. Hélène  muestra en un pequeño recorrido aquello que tan amorosamente ha trabajado y lo muestra gracias a que escribe acerca la escritura y sobre su propia escritura (Amar: conservar vivo: nombrar. …nos dice…)… sobre sus condiciones,  sobre la de los demás.
Un pequeño ratón de los libros es este texto, cuya riqueza sobre el origen de la lengua que fluye femenina y que se detiene para dilucidar su origen, sus movimientos y sobre todo a  decir femenino sus palabras ganadas, conquistadas y dadas en ofrenda. 

Gottfried Helnwein



Sobre Gottfried no será la única entrada, pero por ahora les dejare un par de sus obras y les recomiendo ampliamente ir a las distintas sedes que han reunido y en estos días exponen parte de su obra. 






"Nos encontramos ante espejos que perturban no por lo que muestran, sino por lo que extraen de lo más íntimo de nuestra psique." (Texto de la exposición del Museo de San Carlos)


[Aquí les dejo escasos lectores de mi espacio, un texto de Cixous y unas obras de Gottfried Helnwein.
Así es como despierto a mi pequeño blog, animal abandonado por mi, que espera a que regrese, siempre espera, sabe esperar y yo sé regresar.]