viernes, 21 de septiembre de 2007

Nueva música, nuevas palabras…


Como ya lo había anunciado la radiolina llego, no está nada mal, de hecho me gusto, me gusto bastante, habrá que esperar la gira y tal vez, bueno en eso confió pasan a visitar México, seria muy bueno escucharlo de nuevo en vivo.

Leer a Borges me origino un sueño extraño, pero vamos no era para menos. Por aquellos días en que uno, no más se siente, como diría Heidegger, “arrojado al mundo” unos fragmentos del cuento de Borges, Los inmortales.

- Ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal.

- Como Cornelio Agripa, soy dios, soy héroe, soy filósofo, soy demonio y soy mundo, lo cual es una fatigosa manera de decir que no soy .

- Existe un río cuyas aguas dan la inmortalidad; en alguna región habrá otro río cuyas aguas las borren.


Palabras, palabras desplazadas y mutiladas, palabras de otros, fue la pobre limosna que le dejaron las horas y los siglos.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Palabras nuevas…



-Cuando nos arrogamos el monopolio de la decepción, tenemos que forzarnos para lograr reconocer a otro el derecho a sentirse decepcionado.


-Sólo podemos sentirnos satisfechos de nosotros mismos cuando recordamos esos instantes en los que, según una expresión japonesa, hemos percibido el ¡ah! De las cosas.

Cioran.




Todos los que no son yo y no sufren como yo, son indignos, claro que no…

Sólo justifico la soledad interna, que lejos de apagarme me revitaliza, en este mundo en que ya nada puede convencerme, salvo, si, salvo, ciertos momentos. El olvido, si el vendito olvido, hace menos angustiante la vida, y últimamente no quiero angustiarme, un tregua, eso es lo que quiero, el después, ese vendrá cuando tenga que llegar.

El silencio y la ausencia, en ellos germinan mis ideas, que nada tiene que ver con lagrimas, sino con nuevos cantos. El espacio entre el mundo, como exterior, y yo, como interior, logra bombear oxigeno. El hastío y lo concreto, paralizarían mi voluntad, (no hay referencia alguna a la voluntad de Shopenhauer)

Descubrí un silencio suave, no pienso gritar por ahora…

domingo, 2 de septiembre de 2007

Un domingo

La llamada
Remedios Varo

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miro el reloj y son las cinco
Y soy una manija que calcula intereses
O dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
O un oído que escucha cómo ladra el teléfono…
Fragmento…

Lo que conoces
Es tan poco
lo que conoces
de mí…
Pero no sabes
nada
a lo sumo
piensas a veces
que es tan poco
lo que conozco
de ti…

Pero no llamas.
Pero no llamo.
Fragmento.
Benedetti


11:00 de la mañana, tengo sueño aun, busco mis lentes o los anteojos, como quiera que se llamen, esos que evitan que me caiga y me tropiece más de lo que acostumbro, claro para mi eso de toparme, digo de cruzarme con las cosas me es muy familiar. Voy al baño, a bostezar por cuarta vez, he dormido en cama de mi hermana, la mía esta indispuesta desde hace dos días atrás. Desayuno, familia, primos y tíos, invitados, al filo de las 3, se van por fin, emigran con su escándalo, dejan su murmullo y sin darme cuenta me quedo casi 5 horas sola, en esta inmensa casa, entre paredes que suenan o bostezan como yo, el día nublado, caen chispas de una lluvia infecunda, que me da risa… veo la televisión sin verla, el radio, si algo pasa, sonidos que confundo o que me invento. Llega la tarde-noche como yo le llamo, también otros más le llaman así, sin tanto ruido, llegan los que faltan o los que se fueron, pero de nuevo en la noche no hay nada. Por supuesto tampoco sonó el teléfono, otro domingo en casa…
Si se espera, pronto será de noche, habría que actuar pronto, queda poca luz.