sábado, 27 de septiembre de 2008

Suicidate esta noche... suena a música

Hasta la madre de mi!!!- -- .. enojada, loca, plausivamente lejos de la hipocrecia conmigo misma. Haber si aprendo a decir las cosas por su nombre. Callarme de una buena vez son ahogarme.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Disertación

De pronto, a pesar de todos los pesares, parecía que iba a ser una noche de puta madre.

Charles Bukowski, Música de cañerías.


Un espacio en Blanco sólo es reconocido por una conciencia, el espacio en sí, no podría decirse blanco, a menos que "una conciencia" lo pronunciara, parece muy hegeliano el asunto, pero si pensamos que todo esta pseudo- reflexión, no es más que un pretexto para hablar de esa soledad que, como el espacio en blanco que no puede ser reconocida, hasta que la conciencia realiza dicho trabajo, es decir mi soledad no es entonces soledad, o por lo menos no se sabe soledad si "yo" no lo reconosco como eso.

Es cierto, que vivir negando es viable, no en el sentido positivo, ni negativo, sino efectivo, negar dolores y ausencias, pasa, sucede y se da continuamente.

Si esto es así, si logramos engañarnos incluso a nosotros al elegir cerrar los ojos y no mirar, no reconocer, ¿podremos librar ese espacio en blanco, librarnos de tal manera que no desaparezca, sino que logremos olvidarlo?,¿en verdad olvidamos a voluntad?, ¿suprimimos recuerdos y si lo hacemos de qué manera ? Habrá que hacer incluso acotaciones más precisas, como hacernos esas preguntas, no con espacios en blanco, ni recuerdos o momentos cotidianos, habrá que hacernos, (porque a mi me placee hacerlo), esas mismas preguntas pero desde lo que yo entiendo como pulsiones, como fuerzas que emanan en los hombres.

En particular en la soledad, un fuerza con la que me he familiarizado, "olvidado", suprimido, gozado, pero de la que aun no logro acostumbrarme.

Al final, ¿cómo lidiar con eso?

martes, 16 de septiembre de 2008

De Cuentos y de - no cuentos-...

-Yo creo- pensó Carla, él dijo, -no pienses, sólo actúa-. Ella miró el reloj dos veces más para asegurarse de la hora, aun faltaban días, quizá meses para irse, pero sabia que ello no podía, no ocurrir. El inevitable vuelo llegaría pronto. Primero trato de planearlo, en cada uno de sus intentos por darle una programación a sus acciones, caía en la desesperación del equivoco, pronto dejo de planearlo, optó entonces por intuirlo, digamos que fue más una larga espera de lo impostergable, que en verdad una planeación.

Calló un otoño lleno de malos tiempos, como solía llamarle su tía, la vieja solterona con hijos de todos menos de ella, ya había criado a 2 sobrinos suyos por largas temporadas, pronto una vecina poco sociable que apenas le sonreía, le dejo una nota , una maleta y una niña de no más de 4 años, pero esa es otra historia.

El tiempo, presagiaba un invierno seco y duro, Carla sabia que para poder esperar , bueno esperar no, sino sentir la primavera tendría que haberse ido de ahí. No sabia como, ni porque, pero debía irse. Sin embargo como oso inverno, para la primavera el daño estaba hecho.
Eso pasaba en un mundo real, con hombres y mujeres reales, que reclamaban lo que no estan dispuestos a dar. La palabra Nunca resonaba en su hígado, ¿porqué el hígado?, no lo sé pero parecía surgir de ahí y expanderce en el cuerpo, como un desgraciado trueno.
La verdad fue que Carla había tenido esperanzas de permanecer, sino miraba, sino comía ni respiraba frente a él. Bajo la sombra de los últimos días ella dejo de pensar en su situación, tal como él se lo recomendó, ni siquiera le dirigía la palabra, nada de esto funciono...

(Si supiera que citar, no me habría puesto a imaginar personajes que nunca van a salir al mundo, si supiera cual es mi falta perseguiría mi deseo, pero no lo sé) Así que no funciona.