jueves, 14 de julio de 2011

Niebla, Unamuno

Hace varios meses me recomendaron está obra, la adquirí, pero como suele pasar, tengo tantos libros en espera; algunos los comienzo, pero no ven el día en que los pueda terminar. En ocasiones vuelvo a ellos y terminan por encantarme como la primera vez no lo hicieron. Es una forma fantástica, una expresión del azar, las formas y el animo, todo un conjuro de increíbles coincidencia, de injustas aficiones y de ideas entrecruzadas; resultan en el ensueño que atrapa al lector, que se deja devorar por las palabras que le escriben, como Blanchot lo describiría perfectamente. 
Aquí un par de citas, un indicio, para que ustedes se dejen devorar por el texto si así lo prefieren. Visitar un abismo y tocar la niebla sin mirar, sólo sentir.

-¿Ves? Ya te vas curando: ya empiezas a devorarte. Lo prueba está pregunta- ¡Ser o no ser!..., que dijo Hamlet, uno de los que inventaron a Shakespeare.


Dios, cuando no sabe que hacer con nosotros, nos mata.

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