lunes, 9 de julio de 2012

De los libros a medias...

Luego había leído la última página, el libro había terminado. Era preciso detener la enloquecida carrera de los ojos y la voz que seguía sin ruido, deteniéndose sólo para recuperar el aliento, en un suspiro profundo. 
Proust, Sobre la lectura.


A media semana me rendí, soy una lectora de mitad, mitad de libros.... o ...compradora compulsiva y más compulsivo mi uso y abuso del inicio. A penas veo un nuevo libro y me apresuro a desgarrar su envoltura de ser el caso y hurgar con mi ojos avivados sus primeras líneas, esperando la revelación de los secretos. No alcanzo a ver que tan negativo es la acumulación de inicios y el olvido de finales. Por ahora los finales tardan más, y me he percatado del esfuerzo que debo realizar para no confundir, las tramas o los argumentos de cada una de mis lecturas. Debe ser poco pedagógico está locura en mi escritorio y en la mesita de noche; lo sospecho, pero por ahora poco haré al respecto. Reconozco un desequilibrio en mi hábitos, más estoy segura de que no se trata de leer como antes, ni al mismo ritmo ni  con el mismo sistema; sino de dejar que mis lecturas vayan tomando su propia forma, regularidad-irregularidad, constancia-letargo, y sobre todo, su lugar en la reflexión.  






La lista de las inicios que esperan sus finales...

-Sobre la lectura, Marcel Proust (es tan pequeño que ni yo misma lo entiendo)
-Una temporada en el infierno, Arthur Rimbaud  (esté debe ser plan con maña...)
-Qué aburrido hubiera sido ser feliz, Marguerite Yourcenar, de Michèle Goslar
-Amrita, BananaYoshimoto (es el nuevo... hace unos días que los comencé)
-La muerte y la niña, Juan Carlos Onetti (a Onetti hay que leerlo despacio, y disfrutar de su Santa María)
-La pianista, Elfriede Jelinek 

-Natalia Goncharova, Marina Tsvietáieva (una verdadera casualidad dar con en libro... irresistible)

No hay comentarios: