jueves, 14 de mayo de 2009

Conversaciones:

Mientras me hundía en las sabanas de la cama me preguntó -¿crees que se acuerde de mi como yo de ella?

Conteste de manera inmediata y sin titubeos – seguro, justo ahí donde no ha poblado de otro recuerdo, en esos momentos en que no puede negar no haberte recordado ya.

 

Me quedé callada, pensé que acababa de decir una gran tontería, yo no podía asegurar que ella lo recordara, pero me gustaba decirlo para el consuelo indirecto.

 

Mi incorporación y mi silencio apenas y duraron, cuando ya trataba de corregir lo dicho. Al final sólo arruiné mi respuesta con tantas justificaciones que seguro poco le importaron ya.

 

(No sé que es lo que me hizo pensar en esa escena, real o ficticia, pues ya no la recuerdo de ninguna manera, el secreto radica en la ficción posible. El recordar es una forma de olvidar y de mentir.)

Será que es en sí, la escena de amantes que no se aman, lo que me ha dejado pensando que puede ocurrir y desmentirse, denegar lo real o inventar ya el amor por un amante que no amo, ya nunca. 

¿cómo desengañare y decir la verdad?

-no tiene sentido pronunciar ni mi nombre ni el suyo, puede ser que no existan.

2 comentarios:

Lalo dijo...

Las cosas van más allá de eso, amantes que no se aman somos todos, inventores de amores que no amamos, sintiendo sin sentir y recordando para olvidar.
Que tu amor no sea un invento, ama por amar sin temer al engaño porque a veces el engaño es mejor que la verdad.
Fue difícil entender (debo decir) no se cuantas veces lo leí y aún creo que me faltan conocimientos (más no sentimientos) para poder opinar adecuadamente por eso te pido que si mis palabras no te dicen nada o no he entendido a cabalidad me lo hagas saber.

Leo dijo...

Lalo gracias por tus comentarios, pues no sé si pueda ayudarte a entender más, es en realidad una mera ficción, no sé que sea amar, ni sé si los amantes lo logren, pero no perdamos la esperanza de creerlo a instantes.