domingo, 1 de junio de 2008

Más Música, CUARTETO VOGLER


¿No es el espacio del cuerpo a la escucha, a su turno, también una columna hueca sobre la cual se tensa una piel, pero desde la cual, asimismo, la abertura de una boca puede retomar y relanzar la resonancia? Golpe del afuera, clamor del adentro, ese cuerpo sonoro, sonorizado, se pone a la escucha simultánea de un "sí mismo" y un "mundo" que están en resonancia de uno a otro. Se angustia (se encoge) y se regocija (se dilata) por ello. Se escucha angustiarse y regocijarse, goza y se angustia con esa escucha misma en que lo lejano resuena muy cerca.

A la escucha, Jean- Luc Nancy

Desde Alemania, un grupo de músicos ejecuto y presento bellas piezas de distintos compositores, la más notoria y por gusto personal la más sobresaliente de está noche, fue sin duda el Cuarteto para cuerdas no. 8 en mi menor, op. 59 no. 2, Razumovsky, de Ludwig Van Beethoven.

Y como ante cosas maravillosas uno no puede decir mucho, más vale callar, y en esté caso, haber escuchado ha sido una agradable manera, de pasar una tarde larga de domingo, y tomar todas las ganas que me quedan para terminar el semestre lo mejor que pueda.
Las vacaciones prácticamente han llegado y los planes son muchos, más entradas al blog, más tiempo libre, es hora de pensar seriamente en la tesis, leer y leer, escribir, si se puede viajar, etc., etc.

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