jueves, 19 de junio de 2008

Termino medio, vapor temporal


Hace muchas, mucha horas atrás, cuando el flujo de estudiantes aun se encontraba entre salones, cuando muchos se recostaban en camas pensando por un momento, que había terminado este semestre, yo corría a presentar el último de mis exámenes, por lo menos el último de este periodo, no me fue bien, y el encuentro que me esperaba minutos después me tenia nerviosa. Llegó la tarde, calurosa y engañosa, entre sus nubes blancas se escondía una fuerte lluvia, con granizo y todo.
Todo paso de largo, deslizándose hasta caer la tarde-noche, hasta que el reloj marco las 6:30, donde el cambio suele dejar la aventura para después, donde los amantes suelen despedirse o correr a encuentros nocturnos, el cambio de ritmo, el fluir de regreso, me desgasto. Pensé de camino a casa, escuchando un murmullo molesto de sonidos grotescos, que había en ese día un peculiar sin sabor, atiborrado de recuerdos y de ilusiones perdidas, de mal sanos encuentros, de lecturas sucias. Toda una bodega de fantasmas viejos, que comencé a sacar, ninguno me parecía menos pálido que otro, pero guardaban en ellos el olor a muerto. En fin creo que disfruto más de esos días que de los ordinarios.
Igual lo vi, a mi fantasma después de tanto tiempo, me gusta como se ve, más delgado, más simpático, me gusta verlo de lejos, saberle por momentos, pero se fue pronto. También yo me aleje. Sin embargo no estoy triste, sólo un poco pensativa.

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