jueves, 21 de enero de 2010

El país de los ciegos


Lo maravillo de leer a H. G. Wells, es encontrar esa tierna felicidad que suscitan las palabras, es sentir en el cuerpo el inmenso sonsuelo de sus personajes. Sus historias embargan, llenan los pulmones de fresco aire. La fantasía que hay en el, la realidad que es distorsionada para crear mundos fantásticos, hace que sea imposible una cita; toda narración de Wells es una gran cita, un cuento que alberga una quimera inagotable de felicidad y angustia.

Pese a que su obra es sumamente extensa, bastará comenzar con los pequeños cuentos del escritor para deleitarse. Además de esta recomendación otro titulo fácil y hermoso es La puerta en el muro, una historia sobrecogedora.

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