viernes, 5 de noviembre de 2010

Leyendo la correspondencia de Musia



De nuevo leo correspondencia, y vuelvo a experimentar la sensación de saciedad, mi curiosidad va siendo apagada en cada línea. Se cuentan las "miserias cotidianas" con una profundidad envidiable. Entre Rilke y Marina Tsvietáieva hay una correspondencia fervorosa y apasionada. 


R. M. Rilke- M. Tsvietáieva
Val- Mont, Glion sur Territet (Vaud)
Suiza
17 de mayo de 1926


–Marina, gracias por el mundo...


De Rilke un poema de su libro; El libro de las horas

Soy yo, ¿no escuchas ya, tú, tan miedoso,
cómo me estrello en ti con todos mis sentidos?
Mis sentimientos, que encontraron alas,
circundan de blancura tu gran rostro.
¿No ves el alma mía, qué cerca está de ti,
en traje de silencio?
¿Acaso no madura mi plegaria de mayo,
en tu mirada, como sobre un árbol?


Si eres tú el soñador, yo soy tu dueño.
Si quieres vigilar, yo soy tu voluntad,
y me hago poderoso sobre magnificencias
y hasta me redondeo como estelar silencio
sobre la gran ciudad, peregrina, del tiempo.

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