jueves, 14 de julio de 2011

Niebla, Unamuno

Hace varios meses me recomendaron está obra, la adquirí, pero como suele pasar, tengo tantos libros en espera; algunos los comienzo, pero no ven el día en que los pueda terminar. En ocasiones vuelvo a ellos y terminan por encantarme como la primera vez no lo hicieron. Es una forma fantástica, una expresión del azar, las formas y el animo, todo un conjuro de increíbles coincidencia, de injustas aficiones y de ideas entrecruzadas; resultan en el ensueño que atrapa al lector, que se deja devorar por las palabras que le escriben, como Blanchot lo describiría perfectamente. 
Aquí un par de citas, un indicio, para que ustedes se dejen devorar por el texto si así lo prefieren. Visitar un abismo y tocar la niebla sin mirar, sólo sentir.

-¿Ves? Ya te vas curando: ya empiezas a devorarte. Lo prueba está pregunta- ¡Ser o no ser!..., que dijo Hamlet, uno de los que inventaron a Shakespeare.


Dios, cuando no sabe que hacer con nosotros, nos mata.

jueves, 26 de mayo de 2011

Ciudades... 2 (creo, jajaja)

Guillaume corpart Muller
Ciudades Eclécticas, Nueva York



En esa oportunidad de sumergirse en ciudades, de disfrutarlas, en sus ruinas y su esplendor. Hay algo de inaprensible es ellas. Vivirlas es sólo una metáfora, pero decir; conocerlas y no agotarlas, sino agotarse de conocerlas. Está imagen me encanto, se las dejo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

mensaje sin destinatario... 1

Ya no supe si tu número seguia siendo el mismo, tampoco si lo leíste por consiguiente, si eras tú el que leyó un mensaje sin contenido, apenas unas palabras hiladas. No había ni fondo ni superficie para nada, pero me preocupa que no llegará. La muestra de la inquietud que dejan viejos ayeres. Te contaba mi noche de vértigo negroide, con luces de amarillo deslumbrante. La brisa y la felicidad de subir en la bicicleta de noche, y darle hasta sentir el movimiento sin tregua. El cuerpo respondió como hace tiempo no lo hacia. ¿Qué más querías que te contará?, si la felicidad que me embargó me acompaño a la cama.


Deja pistas si quieres, deja número y dibujos, partiré a recoger pasadores está noche, si mañana regreso, podré leerte si el mensaje llega, si tu llegas de una ciudad o te quedas en ella. 

domingo, 15 de mayo de 2011

El país de las últimas cosas...

Cuando comencé a leer "El país de las ultimas cosas", no pude sino despegarme de él hasta que lo había terminado. Dejando un poco de lado que Paul Auster tiene un estilo que me parece de lo más ameno, de lo más certero y fluido, la historia de esté nuevo relato, me había seducido en gran medida por todo lo que sucedía dentro y fuera de mi. Por las tardes los noticieros pregonaban varios hallazgos, la entonces, muy cercana muerte de "hijo de un intelectual mexicano" hacia eco por todos lados. "Las ultimas cosas" removieron ese suelo tan agitado, yo misma me cubría de especulaciones no sólo de índole social, también mis propios achaques personales retumbaban en esos días. Entonces seguí de cerca las palabras de ese "país de lo ultimo", ahí había inexplicablemente un relato tan cercano pero que era "vivificado" literariamente, la imaginación había dado para ello, para imaginar que sería de un país en la ruina, que seria de aquellos que se habrían quedado, o como los personajes, que llegaran a ese terrible sitio. Esa es la historia visible, la del trasfondo si algo así se pudiera decir (me lo he permitido), fluye en los huecos, en las imágenes que se despliegan, yo veía esos hombres correr, los "corredores" pronto caerían agotados por el esfuerzo, y los "saltadores" habían dejado de respirar frente a mi. Sí, otros tantos corrían a morir plácidamente en las clínicas de eutanasia, y yo seguía todos esos sucesos preguntando, si no soy yo quién vive en ese "país". No todo lo que entonces pensé lo dejaré aquí, hay sucesos que me reservo, porque nada sino a mi me pertenecen. Lo que si dejaré son dos citas que he recogido de mi lectura. Increíblemente casi siempre somos lo "ultimo" o casi siempre lo estamos siendo, pues todo aquello que narramos será por suerte  (por desgracia para algunos) lo último que nos toque...  así pues, si las múltiples derrotas de estos meses no serás las "últimas" para mi , pero si las últimas de mis ya pasados 24 años, la últimas siempre dan pie a las nuevas, aquellas que sigo desconociendo pero auguro terribles, jajaja, no es pesimismo, mero hastío irónico...


Yo no soy más inmune que los demás ante esta enfermedad y sin duda tengo muchas de estas zonas en blanco. Después de todo, la memoria no es un acto voluntario, es algo que ocurre a pesar de uno mismo. y cuando todo cambia permanentemente, es inevitable que la mente falle, que los recuerdos se escapen.


...aquí nada es tan frágil como el corazón. 

viernes, 13 de mayo de 2011

Miscelánea de gritos...

Es cierto... hacía falta tan poco... 


Desde hace meses pensé: no importa cuanto quiera dar, no importa todo lo que ofrezca... no podrá dar lo que quiero.

Yo ofendida yo burlada,
quedé triste, quedé loca,
quedé muerta, quedé yo,
que es decir que quedó toda
la confusión del infierno
cifrada en mi Babilonia
                                Calderón de la Barca, la vida es sueño.

ahhhmmmm

Si pudiera amarte te amaría.
De ser posible me habrías importado a penas unos días
No puedo, ni pude ignorar...
Es es la verdad, no hay lamentaciones, es claro, no pude no esperar palabras, no pude no hervir del coraje, no pude silenciarme, ni pude no entristecer...
Pero que le voy hacer, si todo sigue, yo sigo acá, ya sin esperar, pero sigo, sin tratar de olvidar, sólo ignorando... Es tan poco lo que queda, que apenas y lo noto, pero aquellos arrebatos de orgullo y pesadumbre vendrán a visitarme... No encuentro la mejor forma de explicar lo que sucede, porque apenas si sucede algo en concreto.
Torbellinos...

sábado, 5 de marzo de 2011

Fantasías de noche


Es cierto que yo no recuerdo “días tan memorables” como, los que entre los textos aparece, bastamente. No repetidas, pero si,  hasta cierto punto comunes. Eso supondría que esos “momentos” suceden, si bien desapercibidos por mi mente y mis ojos. 
Si ello es en cierta medida cierto, ¿cuántos de estos momentos no habrán pasado frente a mi sin ser notados? Podría lamentarme de un descuido tan grande, pero lo cierto es, que confío, en que dichos momentos de “sublime develamiento” quedarán impresos en mi de alguna forma.  Quizá fantaseando un poco y haciendo un esfuerzo, logré descubrir algunos. Recuerdos impresos que expliquen pedregosamente mi presente. La constitución de lo que soy, pero dicha posibilidad ha sido creada por un deseo entre sueños. Cierto es, que no seré yo quién de con velas tan prodigiosas. Ni lo será nadie más, me temo. Incluso frente a tan desalentadora imagen, me niego a creerla, y parto de mis fantasías a buscar pedazos de inolvidables encuentro, sucesos, momentos. Darle una deformada cara a este presente mío. No engañándome, sino extrayendo de la profunda y equivoca memoria mía, conjeturas. Surgirá la idea, de esos escombros, no lo dudo.
Todo esto, deberá no ser pieza fundamental, sino explicativa.
La búsqueda no será sujeta a  capricho, ni a la obsesión; un interés concreto, adivinar a penas, como si de magia se tratará mi constitución. Tarea que nunca se limita a mi, sino a una fluidez de tiempo y encuentros.
Ahí recae mi reflexión o el intento de ella, en una búsqueda, que limita sus pretensiones y gusta del placer de emprenderla. Atenida al fracaso posible, alentadora buscando pequeños logros. Búsqueda de años, aventura si bien atada a cierta necedad… a fin de no perderla, aunque perdiéndome, una vez más. Construcción de carácter infinito, pues en la búsqueda misma, se crean los pasajes más oscuros y se libra una suerte de dialéctica. Sin resultar, ni conocer finales, hasta que se encuentra con él y se conoce todo al perderlo.