lunes, 17 de marzo de 2008

Licor


" Todo era falso, incluso mi sufrimiento. Volvì a llorar cuanto pude: mis sollozos no tenìan ni pies ni cabeza.

El vacìo continuaba. Un idiota que se alcoholiza y llora, eso era en lo que grotescamente me estaba convirtiendo. Para escapar al sentimiento de no ser sino un olvidado desecho, el ùnico remedio era deber un trago tras otro. Tenìa la esperanza de acabar con mi salud, tal vez incluso con una vida que carecìa de razòn de ser. Imaginè que el alcohol me matarìa, pero no tenìa una idea exacta. Quìza siguiese debiendo y entonces morirìa, o bien dejarìa de beber... De momento, todo carecìa de importancia"
Georges Bataille, El Azul del Cielo
Luego yo, dejo de comprender, de comprenderme.

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