martes, 4 de marzo de 2008

No es el fondo, es el comienzo

" ¡Basta de espiar por el ojo de la cerradura!. ¡Basta de masturbarse en la oscuridad!. ¡Basta de confesiones públicas!. ¡Qué salten las puertas de sus quicios!. Quiero un mundo en el que la vagina esté representado por un rudo y honesto tajo, un mundo que sienta por los huesos y los contornos, los crudos colores primarios; un mundo que sienta miedo y respeto por sus orígenes animales. Estoy harto de ver vaginas coquetas, disfrazadas, deformadas, idealizadas. Vaginas con las puntas de los nervios al aire. No quiero ver a las muchachas vírgenes masturbándose. En el secreto de sus habitaciones, o comiéndose las uñas, o arrancándose el pelo o echadas durante todo un capítulo en una cama llena de migas de pan. Quiero los palos funerarios de Madagascar, con un animal encima de otro y en la cúspide Adán y Eva con un rudo y honesto tajo entre las piernas. Quiero hermafroditas que sean verdaderos hermafroditas, y no falsarios que caminan con penes atrofiados y vaginas secas. Quiero una pureza clásica, donde la porquería sea porquería y los ángeles sean ángeles. "

Henry Miller Primavera negra (fragmento)


Necesito literatura violenta, lo suficiente para drogar mi dolor, para igualarlo, páginas que me agredan y me escupan, palabras que me hieran, ese es, el poder del discurso, del que Platón tanto temía, ese, que te utiliza, el que nos utiliza. Necesito un hombre que no me quiera, necesito un hombre que no exista, que no respire, ni se mueva, necesito una soledad árida, terca, ponzoñosa, necesito caer, dejar de sostenerme en ilusiones que se tiñen de rosa.
El amor no es rosa, ni felicidad, ni nada, es una terrible ausencia de cualquiera, aun de uno mismo.
Dejar de aferrarme a mis pequeñas seguridades, ni familia, ni amigos, ni él, ni yo, caer al abismo.
Lo necesito, aunque ya no sepa que necesito en realidad.

(El mundo desmoronándose, como siempre, y yo pensando desde hace varios meses en lo mismo)

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