
jueves, 21 de enero de 2010
El país de los ciegos

viernes, 15 de enero de 2010
Recuento inequívoco..

miércoles, 6 de enero de 2010
Violencia
Los hombres andan juntos y hablan juntos y duermen juntos, y no se conoce. Si se conocieran, no irían juntos , hablarían juntos ni se dormirían juntos.
Thomas Bernhard, Transtorno
Voy comprendiendo aquella cita de Bernhard y la dureza, la brutal dureza que guarda.
Ayer con la impotencia de ponerme a llorar, la violencia me provoca tristeza. Qué país tan pobre es el que tenemos, yo no sé como sea en otros, es más ni como sea en de provincia pero esta ciudad es tristemente, patéticamente una mala broma, una grosería, un bofetada. Un no lugar habitable...
Me voy a casa de mi abuela a visitarla, abrazarla, asirme de aquel lugar y del frío a encontrar una cara más amable de esta situación.
¿Y los tiempos de paz?... jajajaja eran un chiste....
miércoles, 23 de diciembre de 2009
El emigrante. Entre navidad y tiempo libre.

En tiempos de "paz y de buena voluntad" dicen los comerciales de televisión y las radiodifusoras, lo dicen las revistas, y la publicidad de las calles. Una gran cena y unos cuantos abrazos, algunos se refugian en sus casas, otros viajan. No importa, la cena se planea, con invitados y todo. Aunque no todos los años sea posible cenar. Yo nunca he sido partidaria del "espíritu navideño", pero claro que me gustan los regalos y la comida, las vacaciones y las luces!!!! Es como no emocionarse en pleno carnaval, como no ir disfrazado a una fiesta temática, se pierde el chiste. Por eso me aseguro de que haya piñatas y ponche porque me encantan, dulces y chocolates. Pero para quién como yo deja esas cosas para el momento indicado y aprovecha estos ratos libres y se cuelga de internet. Encontré el cuento más corto del la lengua española. Lo escribió el mexicano Luis Felipe Lomelí:
domingo, 20 de diciembre de 2009
Insomnio #3

Intento dormir, pero he distorsionando mis horarios a tal punto que sólo me meto a la cama por no recibir regaños de mi madre, la que por cierto cree que este asunto del no dormir de noche es mera decisión mía, y podría ser cierto.
Por ahora sigo con mis lecturas, un dolor de cabeza y otro en el cuello. Mientras pensaba en escribir este post miré el libro de Fadanelli, Malacara, no recuerdo haber publicado sobre el, y ya no recordaba las citas que entonces marqué. Les dejo una selección de madrugada, tres, con comentarios de sonámbula:
- Me sorprende encontrarte cuando no estaba pensando en ti - dije.
(Sorprendente pero pensé en mi último encuentro con el fantasma)
- A fin de cuentas quien puede responder con certeza si se pierde el tiempo cuando se duerme más de lo necesario.
(Justo como no sé si duermo de más o de menos, si descanso y esos sueños que se van tornando pesadillas, supongo que para enero regreso a dormir de más)
- La desgraciada cuestión es que después de haber escrito trescientas páginas de tonterías sólo deseas marcharte de ti mismo, convertirte en otro...
(A veces ni trescientas, con un par uno experimenta esa sensación)
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Banana Yoshimoto

Kitchen, un libro de tres relatos que en realidad son sólo dos, el primero creo más interesante y maduro que el segundo. Kitchen (el primero) es sin duda una novela que despierta sensaciones, que sorprende y señala un lugar olvidado para volverlo importante.
Sigo pensando en el sueño como un elemento substancial de está escritora. El sueño como una instancia que calma y paradójicamente despierta. Tan ligado a la muerte, a la sensación de perder la consciencia de no saber dónde termina y comienza aquello que soñamos. Dormimos y el cuerpo se pierde, también se pierde como con la muerte cosas. El sueño fármaco de los miedos y los pesares, fármaco que sana y enferma. Otra cuestión que me gustaría resaltar y Kitchen es la soledad, la terrible soledad de quedarse solo, aunque la misma escritora nos diga que siempre estamos solos, pero que cerramos los ojos para no verlo, para ser felices . Un relato revitalizado, intimo y dulce. Luna llena que en realidad forma parte de Kitchen une, la muerte une, o mejor dicho reúne. El duelo que en este libro parece ser el eje por el que giran los relatos; las perdidas y la muerte, la búsqueda de salir de aquella soledad en que nos condenamos cuando perdemos algo más que una cosa.
Por otro lado Moonlight shadow es un relato mas meloso, lleno de momentos tan emotivos que rallan en un romanticismo burdo. Sin embargo el relato previo ayuda a no perder las ganas de seguir con la lectura. Moonlight señala con menor maestría las sensaciones de vacío de su personajes. Entre este trabajo que es el primero en la escritura de Yoshimoto ya denota el estilo suave y ameno. Por suerte la evolución de esta escritora va afinándose.