miércoles, 16 de diciembre de 2009

Banana Yoshimoto

Sólo estamos la cocina y yo. Pero creo que es mejor que pensar que en este mundo estoy yo sola.

Kitchen, un libro de tres relatos que en realidad son sólo dos, el primero creo más interesante y maduro que el segundo. Kitchen (el primero) es sin duda una novela que despierta sensaciones, que sorprende y señala un lugar olvidado para volverlo importante.

Sigo pensando en el sueño como un elemento substancial de está escritora. El sueño como una instancia que calma y paradójicamente despierta. Tan ligado a la muerte, a la sensación de perder la consciencia de no saber dónde termina y comienza aquello que soñamos. Dormimos y el cuerpo se pierde, también se pierde como con la muerte cosas. El sueño fármaco de los miedos y los pesares, fármaco que sana y enferma. Otra cuestión que me gustaría resaltar y Kitchen es la soledad, la terrible soledad de quedarse solo, aunque la misma escritora nos diga que siempre estamos solos, pero que cerramos los ojos para no verlo, para ser felices . Un relato revitalizado, intimo y dulce. Luna llena que en realidad forma parte de Kitchen une, la muerte une, o mejor dicho reúne. El duelo que en este libro parece ser el eje por el que giran los relatos; las perdidas y la muerte, la búsqueda de salir de aquella soledad en que nos condenamos cuando perdemos algo más que una cosa.

Por otro lado Moonlight shadow es un relato mas meloso, lleno de momentos tan emotivos que rallan en un romanticismo burdo. Sin embargo el relato previo ayuda a no perder las ganas de seguir con la lectura. Moonlight señala con menor maestría las sensaciones de vacío de su personajes. Entre este trabajo que es el primero en la escritura de Yoshimoto ya denota el estilo suave y ameno. Por suerte la evolución de esta escritora va afinándose.

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