viernes, 10 de julio de 2009

Acerca de cosas olvidadas

101.
Cuando hagas, supremamente hazlo.
Más vale, si la memoria es cuanto tenemos,
Recordar mucho de poco.
Y si lo mucho en lo poco te es posible,
La más amplia libertad de recuerdo
Te volverá tu dueño.

Pessoa, Odas completas de Ricardo Reis


Entre días de poco actividad, de atrincherarse en casa; no por la influenza, ni porcina ni aviar, sino por un deseo que habia guardado desde hace meses me ha dado infinidad de horas en línea, leyendo un poco de variadas cosas, de investigaciones pendientes, de dudas y de datos desperdigados. Ahora con ese espacio he tratado de encontrar ese cuento que hace tanto tiempo escuché sobre un gato tan maravilloso que rondaba a un hombre solitario. Por más que he tratado de saber el titulo, el autor no lo he conseguido, vaya que lo he intentado pero nada, hay veces que creo que ese cuento no lo escuche nunca. Pero ¿cómo haberme inventado la historia?, era de noche en la estación 105.7 FM lo que se conocía como Orbita entonces, se transmitió un cuento y nunca más lo escuche de nuevo. Y así es que en días como estos busco cosas, historias, letras de canciones, frases que se acumularon en mi memoria y que no sé de donde ni por quién llegaron a mi encuentro. Lo que si encontré y por lo cual me siento contenta es una vieja canción de Javier Solís que me cantaban un muchachito, esa canción posee su propia historia y no la habia escuchado sino en dos ocasiones más, del muchacho sólo aprendí el coro y la canción me toco; una en el transporte justo cuando dirían el nombre había llegado a mi destino y la segunda vez un cantante ambulante la entono, pero no me atreví a preguntarle el titulo, ahora lo he encontrado y hasta video y todo, y pese a que en nada se parece la voz de quien me la cantaba y la de Solís, sigo prefiriendo la tonadita del muchacho.

El loco:

Si me llaman el loco

porque el mundo es así

la verdad sí estoy loco

pero loco por ti.

Todo esté relato me lleva a recordar esa historia de H. G. Wells, La puerta en el muro, en la cual un hombre de pequeño encuentra una puerta y entra, más tarde va a buscarla y la ve en varias ocasiones tres o cuatro, no más, y en cada uno de esos encuentros él paso de largo pues siempre tiene algo más apremiante en ese momento. Así que de mayor va en busca de la puerta en el muro, y es posible que la encontrara, así que no pierdo las esperanzas de encontrar el cuento, hay que prepararse para cuando llegue puede que no sea como lo espero. Por el cuento de Wells, se los recomiendo ampliamente, y si lo leen sabrán a que me refiero sobre la forma en que se encuentran los objetos perdidos u olvidados.

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