viernes, 4 de diciembre de 2009

Amos Oz

Y, de hecho, ese extraño impulso que tenía de pequeño, el deseo de darle una segunda oportunidad, a lo que no tenía ni tendría nunca una segunda oportunidad, es uno de los motores que mueven aún hoy mi mano, cada vez que me pongo a escribir una historia.

Una historia de amor y oscuridad (Amos Oz)

Sensible mano de hombre, mueve los recuerdos hechos polvo, los sacude los trae de nuevo frente a ojos extraños. Busqué un día su nombre y no supe si había algo en el, o en la portada de aquel libro (no es criterio, es sensación), que me emociono el rostro. He comenzado a leerlo (más de 600 páginas), tal vez al igual que algunos no lo deje ya.


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